viernes, 31 de octubre de 2014

Como educadores estamos llamados a transformar la educación orientando a nuestros estudiantes a que sean capaces de pensar críticamente y ser moralmente autónomos. Seres humanos sensibles y responsables de ellos mismos, de otros y del medio que los circunda.

El pensamiento crítico, hace referencia al desarrollo de la capacidad de tomar decisiones, de juzgar, de valorar, de comparar y contrastar.


Ser un individuo moralmente autónomo, la persona debe poder distinguir lo que nos hace bien y lo que nos hace daño como individuos y como sociedad, desde una perspectiva amplia y generosa que debería trascender los propios intereses.